Jim Rohn se inició en las ventas a los 25 años de edad y a los 31 ya era millonario. El siguientes es un artículo que escribió Jim Rohn sobre lo que hizo que no hicieron sus otros compañeros de ventas:
“La gente a menudo me pregunta cómo me volví exitoso en ese período de seis años mientras que muchas de las personas que yo conocía no lo hicieron. La respuesta es simple: Las cosas que encontré fáciles de hacer, ellos las encontraron fáciles de no hacer.
Me pareció fácil fijarme metas que podían cambiar mi vida. A ellos les pareció muy fácil de no hacerlo. Me pareció fácil leer libros que podrían afectar mi pensamiento y mis ideas. Ellos lo encontraron fácil de no hacer. Me pareció fácil asistir a clases y seminarios, y ponerme en contacto con otras personas de éxito. Ellos dijeron que no importaba. Si tuviera que resumirlo, diría que lo que yo encontré fácil de hacer, ellos lo encontraron fácil de no hacer. Seis años después, soy millonario, y todos ellos siguen culpando a la economía, el gobierno y las políticas de la empresa; sin embargo, se olvidaron de hacer las cosas básicas y sencillas.
De hecho, la razón principal por la que a la mayoría de personas no les va bien como podrían y deberían, se puede resumir en una sola palabra: negligencia.
No es por falta de dinero, los bancos están llenos de dinero. No es por falta de oportunidades, los Estados Unidos y una gran parte del mundo libre, siguen ofreciendo las mejores oportunidades sin precedentes y han sido abundantes en los últimos seis mil años de historia registrada. No es por falta libros, las bibliotecas están llenas de libros que son gratis! No se trata de las escuelas, pues las aulas están llenas de buenos maestros. Tenemos un montón de ministros, líderes, consejeros y asesores.
Todo lo que alguna vez necesitemos para convertirnos en ricos, poderosos y sofisticados está a nuestro alcance. La razón principal de que muy pocos toman ventaja de todo lo que tenemos no es más que negligencia.
La negligencia es como una infección. Si no se controla, se extenderá a lo largo de todo nuestro sistema de disciplinas y, finalmente, conducirá a una descomposición completa de una vida humana potencialmente llena de alegría y prosperidad.
No hacer las cosas que sabemos que debemos hacer, nos hace sentir culpables y la culpa lleva a una pérdida de la confianza en sí mismo. A medida que la confianza en nosotros mismos disminuye, también lo hace el nivel de nuestra actividad. Y a medida que disminuye nuestra actividad, nuestros resultados inevitablemente decaen. Y a medida que los resultados bajan, nuestra actitud comienza a debilitarse. Y mientras nuestra actitud comienza lentamente a cambiar de positivo a negativo, nuestra auto-confianza disminuye aún más … y así sucesivamente.
Así que mi sugerencia es que al momento de elegir entre lo “fácil de hacer” y lo “fácil de no hacer”, no dejes de realizar las actividades básicas, sencillas y “fáciles”, pero que potencialmente cambian la vida.”