Las fechas que tú mismo te impones para cumplir tus metas te ayudan a controlar la postergación y evitar la procrastinación.
Sin embargo, estas fechas no son tan eficaces como las fechas impuestas junto a otras personas.
Nuestra sugerencia: encuentra a una persona para que sea tu compañero de rendición de cuentas. Y si en realidad quieres ser más eficaz, pon un precio a ello. Si fallas y no cumples alguna fecha, le pagas a tu compañero una cantidad de dinero previamente acordada.
Mientras más grande sea la “apuesta”, más exitoso serás en alcanzar tus metas.
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