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Hoy estudiaremos la primera de las 11 leyes universales:  La Ley del Pensamiento.

Sabías que los pensamientos son en sí una fuerza?

Los pensamientos son fuerzas tan reales como la electricidad, la luz, el calor y el agua.    Los científicos han comprobado que nuestros pensamientos son tan rápidos como la velocidad de la luz, por lo que nuestros pensamientos viajan a una velocidad de 186,000 millas por segundo o 300,000 Kilòmetros por segundo.   En otras palabras, nuestros pensamientos viajan 930,000 veces más rápido que el sonido de nuestra voz.

No hay otra fuerza o poder en el Universo que sea tan rápida como los pensamientos.  Los pensamientos son poderosos y un poder no puede actuar sin producir un efecto.  Por lo tanto, nuestros pensamientos constantemente están produciendo efectos. 

Lo que mantenemos en nuestra mente, inevitablemente toma forma en el mundo exterior.   Si deseas tomar control sobre tu vida, primero necesitas ser el dueño de tus pensamientos y tener solo pensamientos positivos.  Reemplaza el miedo con coraje.  Reemplaza la enfermedad con pensamientos saludables.  Reemplaza pensamientos de limitación con pensamientos de abundancia.  Cualquier cosa a la que pongamos energìa, crece.  Cualquier cosa que pensamos en nuestra mente, se convierte en realidad.  Cualquier cosa que esperamos, sucede.

Si tus pensamientos son caóticos y desorganizados, tu vida reflejará eso mismo, dando como resultado dolor y confusión. 

Una persona promedio piensa al azar, con pensamientos que vagan por todos los lugares, momento a momento.  Una mente promedio tiene control sobre la persona, pero debería ser al contrario.  Toma práctica y disciplina ser capaz de pensar ordenadamente y desechar cualquier pensamiento no fructífero.

La ley del Pensamiento es la base para la Ley de la Atracción.  En resumen, la Ley del Pensamiento estable que obtendrás lo que estés pensando.  Te conviertes en tus pensamientos predominantes.  De ahí la importancia de tener pensamientos de salud, de armonía, de paz, de abundancia, de felicidad y de amor.

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