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“Lo qué hay detrás de nosotros y lo que hay delante de nosotros no es nada comparado con lo que hay dentro de nosotros.”  ~  Oliver Wendell Holmes.

Imagínate que vas al funeral de un ser querido.  Estás saliendo de tu auto, caminando hacia la capilla o al cementerio.  Ves las flores y las demás personas al entrar.   Sientes la tristeza de la pérdida y la alegría de haberlo conocido.

Siéntete en esa situación.

Caminas hasta el frente y miras adentro del ataúd.  De pronto te enfrentas cara a cara contigo mismo.  Te das cuenta de es tu propio funeral.

Siente eso.

Te sientas y lees el programa que contiene la descripción de tu vida y ves a la gente que habla de ti.

¿Qué dicen?

¿Cómo captura tu vida el programa del evento?

¿Qué es lo que dicen tus seres queridos de ti?   Tu pareja o tus hijos?  Tus amigos y colegas?

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Ahora, avancemos rápidamente veinticinco años a partir de hoy.

Imagínate la escena de su propio funeral.

Tienes el programa en la mano. ¿Qué dice?

Ves a tus seres queridos levantarse y hablar acerca de ti y de su amor por ti.  ¿Qué dicen?  ¿Quién eras tú desde el punto de vista de ellos?

Tómate algún tiempo hoy, esta semana, o ahora mismo, para sentarte y reflexionar sobre esta realidad.

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Esto es lo que Stephen Covey llamaría “Empezando con el Final en Mente.”  Es el Hábito No. 2 de sus “Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva”.

Es bastante simple:  Define tus objetivos finales más altos y alínea todo lo que hagas hoy (y mañana) para estar en  integridad con esos ideales.  Si lo que quieres es ser reconocido como una persona amable,  generosa y amorosa, que siempre tuvo tiempo para su familia.  Entonces,  ¿adivina qué?  Sé una persona amable,  generosa y amorosa, que siempre tiene tiempo para su familia AHORA.

Comienza con el final en mente.  Y vive con integridad absoluta para esos ideales.

Observa tu vida completamente transformada.

Cómo podemos ser más proactivos y menos reactivos hoy?

Empezando a ser responsables a los retos que enfrentamos en nuestras vidas.

También podemos revisar nuestro lenguaje.  Según Stephen Covey, una persona reactiva dice cosas como: “No hay nada que yo pueda hacer” o “yo soy así y punto”.

Por otra parte, una persona proactiva le gusta decir cosas como “Veamos qué alternativas tenemos” y “Puedo escoger un punto de vista diferente”.

Cuida tu lenguaje.   Estás siendo una víctima reactiva o un creador proactivo de tu vida?  Es muy importante que conscientemente evalúes tu respuesta.

Algunas sugerencias para implementar el hábito de la responsabilidad:

• Valora positivamente la proactividad porque su práctica cotidiana te significará también mayor libertad personal.
• Siente, piensa y actúa reconociendo que tu familia es tu responsabilidad más importante.
• Acepta nuevos retos que te desafíen a cuestionar y romper tu precaria seguridad para desarrollarte cada vez más.
• Supera con decisión y valor las barreras internas y externas que te impiden actuar en forma proactiva.
• Anticípate al futuro diseñando con creatividad y oportunidad acciones preventivas.
• Actúa con suma responsabilidad en tu trabajo como un camino inteligente para progresar.
• Reafirma día a día la responsabilidad que tienes sobre tu propia vida.

Mira la palabra responsabilidad -“responder-habilidad”- es la habilidad de escoger una respuesta. La gente altamente efectiva conoce esa responsabilidad.  No culpan a las circunstancias, condiciones, o condicionamientos de su conducta.  Su conducta es un producto de su propia elección consciente, basada en valores, en vez de un producto de sus condiciones, basada en sentimientos.  –  Stephen Covey de su libro “Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva”.

Sé proactivo !

Ese es el hábito No. 1 del libro best-seller de Stephen Covey, Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva.

Qué significa ser “proactivo”?

En resumen, ser proactivo significa anticiparse a los requerimientos, tener iniciativa, aportar valor a la gestión.  Pero también significa ser “responsable” -capaz de escoger conscientemente cómo responder ante determinada situación. 

Acaso eres como un perro  que sin usar su mente responde a un determinado estímulo en su vida?

Eso no sería algo muy bueno.

O puedes ante un estímulo normal pensar en tus reacciones regulares y luego ESCOGER una nueva respuesta a ese estímulo.

La proactividad se refiere a que ante cada estímulo del medio ambiente tenemos la habilidad de decidir la respuesta que queremos dar, esto quiere decir que no somos esclavos de las acciones que sobre nosotros se efectúan, sino libres ejecutores de nuestra conducta.

Un ejemplo práctico en nuestra vida es el de un chofer de un automóvil que nos grita una obscenidad o nos toca con insistencia la bocina o claxon; en este caso nuestra respuesta puede variar desde tomar un arma y dispararle para luego sufrir las consecuencias legales de nuestra conducta hasta simplemente ignorarlo y no dejar que altere nuestra tranquilidad. Lo importante es que la decisión es nuestra, que somos los responsables de nuestra conducta.

La gente efectiva se aleja del Cuadrante III y IV porque, sean cosas urgentes o no, son cosas que no son importantes.  También reducen el Cuadrante I al máximo para pasar más tiempo en el Cuadrante II.  – Stephen Covey.

Stephen Covey, es el autor del best seller “Los 7 Hábitos de la Gente altamente Efectiva” en el que describe un modelo de 4 Cuadrantes para administrar el tiempo.

Qué cosa pudieras hacer en tu vida personal y profesional, que si la hicieras regularmente, haría una tremenda diferencia positiva en tu vida?  Las actividades del Cuadrante II tienen esa clase de impacto.  Nuestra efectividad da saltos cuánticos cuando las hacemos. – Stephen Covey.

Nota los dos factores que definen a una actividad en este modelo:  Es Urgente?  y  Es Importante?

Siendo bastante directo.  Urgente significa lo que exige nuestra atención AHORA!.  Y lo importante significa algo que vale la pena realizar.

Dale un vistazo de cerca al Cuadrante II:  Lo importante pero no urgente.  Ahí es donde debemos enfocarnos.  (Puedes dar click sobre la imagen para una mejor visualización).

Desafortunadamente, la mayoría de nosotros no pasamos el tiempo suficiente en el Cuadrante II.   Nos la pasamos casi que bailando, entrando y saliendo en los otros 3 cuadrantes:  Buscando distracciones (IV), permitiendo que las interrupciones gasten el tiempo de nuestro día (III) y apagando fuegos urgentes (I).

Así que… haz un inventario en lo que gastas la mayor parte de tu tiempo.  Qué porcentaje la pasas en cada cuadrante ?

Calendariza tiempo para estar en el Cuadrante II:  Ejercítate, gasta tiempo en tu desarrollo personal, lee libros, desarróllate a ti mismo y a tus relaciones.