Digamos que quieres crear un hermoso jardín. Remueves las malas hierbas, aras la tierra, siembras y riegas las semillas de las flores que quieres ver florecer algún día.
Si quieres crear una vida hermosa, debes tratar a tu mente con el mismo cuidado que a tu jardín, removiendo las malas hierbas de tus conductas o pensamientos, y sembrando las semillas que quieres ver que den fruto.
En otras palabras, si quieres una vida llena de felicidad, amor, reconocimiento, bondad, generosidad, sabiduría, paciencia, valor, creatividad y entusiasmo, DEBES PLANTAR ESAS SEMILLAS.
Pensar que vas a obtener cosas buenas, cuando estás constantemente sembrando las semillas de enojo, miedo, codicia, impaciencia, haraganería, exigencias, quejas, no sería muy sabio, verdad?
Pema Chödrön, una reconocida monja budista, nos dice que debemos percibir el momento en que caemos en un patrón negativo. Si fracasamos en percibir eso, es como si echáramos concreto al bello jardín de nuestra vida.
Intenta que sea un juego, a ver si percibes justo el momento en que resbalas en algo negativo. Reconoce tus enojos, miedos, iras, ansiedades, depreciones, justo cuando surgen e intenta canalizar esa energía en algo más constructivo. No importa lo que hagas, sólo haz algo que no sea un patrón negativo !
Toma una docena de respiraciones profundas, sal a caminar, canta una canción, haz ejercicio, sal a correr, lo que sea para romper el patrón y dejar que el jardín de tu vida florezca antes de echarle una tonelada de concreto.
Investigaciones científicas apoyan esta idea del concreto. Mal Humor + Rumiar = Tóxico.