“Si una persona no tiene idea de lo que está distante, encontrará pesar cerca.” ~ Confucio
A menudo nos ocupamos anticipándonos al futuro. Y a veces la mejor preparación es esperar en silencio, dejando que las cosas se desarrollen como lo harán. Sabiendo que no podemos controlarlo todo, esperamos vigilantes.
Pero la mayoría de las circunstancias requieren previsión y anticipación. Debemos tomar las decisiones correctas ahora para que estemos preparados para lo que vendrá y que podamos hacer que el futuro que queremos, lleno de realización personal, se haga realidad.
He aquí una historia simple: Un hombre llegó a que le confeccionaran un traje. El sastre sacó el rollo de tela, encontró sus tijeras e hizo el corte. A la semana siguiente, el cliente volvió a probarse el traje nuevo. Para su consternación, el traje no encajaba bien.
Entonces el sastre hizo los ajustes. Cortó las mangas y ajustó los puños. El cliente regresó a la semana siguiente y se probó el traje de nuevo. Pero todavía no encajaba bien. Ahora los hombros colgaba mal y la parte delantera abotonaba muy apretado.
El sastre tomó el traje de vuelta e hizo los ajustes de nuevo. Esto se prolongó por diez visitas más, agotado, el sastre finalmente terminó el traje que encajaba correctamente.
El sastre relató esta historia a un amigo un día en un café. El sastre se quejó de lo difícil que era el cliente, exigiendo más y más ajustes.
“Bueno, tal vez no era el cliente”, dijo su amigo. “La culpa es realmente tuya. Después de todo, es mejor medir diez veces y cortar una vez que medir una vez y cortar diez veces.”
¿Qué es lo que quieres en tu futuro? ¿Cuál quieres que sea tu alcance este mes, a los 3 meses, en 6 meses? ¿Qué crees que va a plantear el mayor desafío en el cumplimiento de tus objetivos? Planifica y prepárate de manera cuidadosa y exhaustiva antes de actuar. El ensayo y error es una herramienta valiosa, pero aún así es mejor medir diez veces y cortar una vez que medir una y cortar diez veces.
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