“Los seres humanos somos infelices en gran parte porque somos insaciables, después de trabajar duro para conseguir lo que queremos, habitualmente perdemos interés en el objeto de nuestro deseo. En lugar de sentirnos satisfechos, nos sentimos un poco aburridos, y en respuesta a este aburrimiento, empezamos a formar nuevos deseos aún mayores. Los psicólogos Shane Frederick y George Loewenstein han estudiado este fenómeno y le ha dado un nombre: la adaptación hedónica. Para ilustrar el proceso de adaptación, ellos señalan estudios con los ganadores de la lotería. Ganar la lotería normalmente permite a alguien vivir la vida de sus sueños. Resulta, sin embargo, que después de un período inicial de euforia, los ganadores de la lotería terminan igual de felices como eran anteriormente. Ellos comienzan a tomar su nuevo Ferrari y mansión como algo garantizado, así como previamente daban por sentado su camioneta oxidada y apartamento estrecho.” ~ William B. Irvine en su libro A Guide to the Good Life
La adaptación hedónica.
Es la descripción científica de lo que podríamos llamar la “caminadora estática de lujo”.
Estamos constantemente persiguiendo la próxima “cosa” que creemos que nos va a hacer felices, ya sea un auto nuevo, una nueva casa, una nuevo cónyuge o lo que sea, olvidando el hecho de que la felicidad es un juego del interior!
May 23rd, 2013 at 8:01 pm
Realmente, el ser humano esta siempre persiguiendo la zanahoria y no cae en cuenta que en esa persecución se le va el presente o sea la vida, y vive una apariencia que el cree consistente pues esta creyendo una ilusión.
May 13th, 2014 at 10:46 pm
Es cierto, Mirta, pero también lo es el que esa insatisfacción es una útil herramienta evolutiva que nos impulsa a perseguir la felicidad y alcanzar cuantos logros sean posibles. La recompensa no es la zanahoria, sino perseguirla. Para eso sirve la adaptación hedónica, para no quedarnos estáticos al alcanzar una meta, sino movernos inmediatamente a la siguiente. De cualquier forma, persiguiéndola o no, se nos va la vida.