La Palabra Más Peligrosa del Mundo (Parte 2 de 2)
Author: Admin // Category: Superación PersonalEL PODER DEL SI
Cuando los doctores y terapeutas enseñan a los pacientes a convertir pensamientos y preocupaciones negativas en afirmaciones positivas, el proceso de comunicación mejora y el paciente vuelve a ganar el autocontrol y confianza. Pero existe un problema: el cerebro apenas responde a nuestros pensamientos y palabras positivas. Éstas no representan una amenaza a nuestra supervivencia, de manera que el cerebro no necesita responder tan rápido como lo hace ante pensamientos y palabras negativas.
Para superar esta preferencia neural por la negatividad, debemos repetidamente y conscientemente generar tantos pensamientos positivos como podamos. Barbara Fredrickson, una de las fundadoras de Positive Psychology, descubrió que necesitamos generar al menos tres pensamientos y sentimientos positivos por cada expresión de negatividad. Si expresa menos de tres las relaciones personales y laborales son muy probables a fracasar. Este descubrimiento se asemeja a la investigación de equipos corporativos de Marcial Losada, y al de John Gottman sobre parejas maritales.
Fredrickson, Losada y Gottman descubrieron que si quieres que tu negocio o relaciones interpersonales prosperen, necesitarás generar al menos cinco mensajes positivos por cada expresión negativa que evoques (por ejemplo, “Estoy decepcionado” o “Eso no es lo que esperaba” cuentan como expresiones negativas, así como el fruncir el ceño o mover la cabeza en forma de negación).
No importa si tus pensamientos positivos son irracionales; éstos mejoran tu sentido de felicidad, bienestar y satisfacción en su vida. De hecho, el pensar positivamente puede ayudar a cualquiera a construir una mejor y más optimista actitud hacia la vida.
Los pensamientos y palabras positivas impulsan a los centros motivacionales del cerebro a tomar acción y ayudan a que éstos construyan defensas cuando nos enfrentamos a problemas de la vida. De acuerdo con Sonja Lyubomirsky, una de las más destacadas investigadoras sobre la felicidad, si quieres desarrollar satisfacción duradera, deberá provocar pensamientos positivos de manera regular acerca de ti mismo, compartir tus momentos de felicidad con otros y saborear cada experiencia positiva en tu vida.
Nuestro consejo: escoge sabiamente tus palabras y dilas lentamente. Esto te permitirá interrumpir la tendencia de tu cerebro a ser negativo, y un estudio reciente ha demostrado que la sola repetición de palabras positivas como amor, paz y compasión afectará a genes específicos los cuales reducen estrés físico y emocional. Te sentirás mejor, vivirás más y construirás relaciones interpersonales de más confianza con otros -tanto en el hogar como en el trabajo.
Como Fredrickson y Losada indicaron, cuando generas un mínimo de cinco pensamientos positivos por cada negativo, experimentarás “un funcionamiento humano óptimo.” Este es el poder del SÍ.