“Barry Schwartz, psicólogo de la Universidad de Swarthmore, ha estudiado cómo las personas son felices con sus decisiones. Schwartz y sus colegas han identificado dos estilos de toma de decisiones: satisfacer y maximizar. Los satisfechos son personas que tienen un umbral mínimo para lo que es aceptable para ellos, y los maximizadores son las personas que se esfuerzan por obtener lo mejor de cada decisión. Ser un maximizador suena atractivo hasta que aprendas los resultados de los estudios de Schwartz. Una vez que los maximizadores han hecho una elección (ya sea aceptar una oferta de trabajo, la firma de un contrato de grabación, o casarse con su novia de la secundaria) es probable que se vuelvan a cuestionar a sí mismos, y se preguntan si podrían haber hecho otra mejor elección. Lo gracioso es que, a pesar que los maximizadores a veces logran mejores resultados que los satisfechos, (conseguir un poco más de dinero para ese contrato de grabación, por ejemplo) también tienden a estar menos felices y satisfechos con sus logros. De hecho, llegan a ser menos felices en general. Los maximizadores, de acuerdo a una serie de estudios de Schwartz, son más bajos que los satisfechos en términos de felicidad, optimismo, autoestima y satisfacción con la vida, y más altos en depresión y arrepentimiento!” ~ Ed Diener y Robert Biswas-Diener en su libro Happiness
El libro “La Paradoja de Elegir” contiene la información de los estudios de Schwartz.
Por el momento, ya sabes que quieres ser un satisfecho, y no un maximizador. ¿Cómo lo haces?
Como Ed y Robert nos dicen: “Con el fin de tomar decisiones felices, escucha a tu corazón, no te preocupes por obtener lo mejor todo el tiempo, y evalúa cada resultado por sus propios méritos y no contra otros. Sigue este dicho: ‘Busca un lugar de estacionamiento decente y tómalo; no pierdas tu vida buscando el mejor lugar en todo el estacionamiento.'”
October 23rd, 2013 at 2:27 pm
Me parece que el maximizador es una persona que no vacila en avasallar a sus semejantes para conseguir lo que el considera “lo mejor” y no logra ser completamente feliz pues olvida la ley de causa y efecto que nos inclina a ser misericordiosos en la vida con toda vida.