Muchas personas se sienten amadas cuando reciben contacto físico de su pareja. Para un compañero que habla fuertemente este lenguaje de amor, el tacto físico puede hacer florecer o romper una relación.
Las relaciones sexuales hacen que muchas parejas se sientan seguras y amadas en un matrimonio. Sin embargo, es solamente un dialecto del contacto físico. Muchas partes del cuerpo son extremadamente sensibles a la estimulación. Es importante descubrir cómo tu compañero no sólo responde físicamente sino también psicologicamente a estos tactos.
Es fundamental aprender la forma como tu pareja habla el lenguaje del contacto físico. Algunas caricias pueden ser irritantes e incómodas para tu compañero. Dedica tiempo para aprender las caricias que le gustan. Pueden ser grandes toques físicos, como masajes en la espalda, en todo el cuerpo o hacer el amor. Pueden ser pequeños toques como caricias en la mejilla o poner la mano en el hombro. Es importante aprender cómo tu compañero responde a estas caricias, pues así sacarás más provecho a este lenguaje de amor.
Todas los matrimonios y relaciones experimentan algún tipo de crisis. En estos casos, el contacto físico se vuelve muy importante. En una situación de crisis, un abrazo puede comunicar una inmensa cantidad de amor para una persona. Esa persona cuyo lenguaje primario de amor es toque físico preferirá tenerte cerca tomados de la mano y en silencio antes que recibir cualquier consejo.
Recuerda que este lenguaje de amor es diferente para cada persona. El tipo de tacto físico que te agrada y te hace sentir seguro no es necesariamente el que hace feliz a tu pareja. Es importante aprender el dialecto de la otra persona. De esa manera podrás sacar el máximo beneficio a cada abrazo, beso y caricia.