Las investigaciones del Dr. Masaru Emoto han demostrado que el agua está viva y responde con el lenguaje propio de nuestras emociones. El agua nos muestra con sus cristales que las palabras, la música y la oración afectan en sobremanera a nuestro mundo y sobre todo a nuestro cuerpo.
El Dr. Emoto se refiere al HADO como la energía y vibración inherentes en todas las cosas. El agua es un conductor y reflector natural del Hado. Como sabemos, el setenta por ciento de nuestro planeta y nuestro cuerpo están conformados por el preciado líquido, por lo que el AGUA es el elemento más esencial en nuestra vida. Al ser nuestro cuerpo agua en su mayoría, es importante evitar el bloqueo del HADO en el agua que nos rodea. Mejorar la calidad de nuestra agua es algo que podemos realizar nosotros mismos.
De acuerdo con el Dr. Masaru Emoto, especialista japonés con una amplia experiencia en el estudio de los cristales del agua, es posible aprender cómo la música, el sonido de las palabras, los pensamientos y las vibraciones que estos emiten, repercuten directamente en la composición fisicoquímica del agua que consumimos a diario. Los cristales que se forman en el agua congelada revelan cambios cuando dirigimos hacia ellos pensamientos concentrados muy específicos.
Basándonos en los conocimientos del Dr. Emoto, sabemos que el agua que proviene de manantiales no contaminados, así como aquella que ha sido expuesta a vibraciones de música clásica, ciertas imágenes o palabras de amor y gratitud, manifiesta claros patrones llenos de brillantez, colorido y armonía en sus formas. Por otro lado, aguas contaminadas o que han sido expuestas a pensamientos negativos, música ruidosa como el heavy metal o palabras altisonantes forman cristales opacos y con formas asimétricas, grotescas e irregulares.
Cristal expuesto a la Música
de Mozart |
Cristal expuesto a la Música
Heavy Metal |
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