Abre tu mente para recibir lo que pides o quieres, pidiéndole a DIOS en vez de contarle constantemente a las personas.
Contarle a la gente lo que quieres puede disipar lo que pides porque DIOS es la fuente de tu provisión, no las personas. A pesar que la gente, ideas y oportunidades son todos los canales de tu provisión, DIOS es la fuente porque El crea esas ideas y oportunidades. A través de la Ley de la Atracción, El ayuda a atraer las personas y circunstancias apropiadas hacia ti que agilizarán las ideas y oportunidades para que tu bien pueda manifestarse.
Una afirmación que podrás usar para ayudarte a identificarte con la Fuente es:
“No dependo de las personas o condiciones para mis bienes. DIOS es la fuente de mi provisión y DIOS provee sus propios canales de bien para mi ahora.”
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