Cuando eras niño, las botellas de salsa de tomate ketchup de vidrio estaban en todas las mesas en casi todos los restaurantes que entrabas.
Siempre era un fastidio hacer salir la salsa de tomate de la botella. Por lo tanto, todo el mundo tenía su propia teoría sobre cómo hacerlo mejor. Algunos aconsejaban la teoría de “sacudir la botella como loco”. Otros preferían el estilo de “golpea la parte inferior de la botella”. Muchos creían que había un “punto clave” marcado cerca del logo de la botella que debía ser oprimido. Otros se fueron por el enfoque directo del “cuchillo”.
Bueno, no se sabe por qué tardó tanto tiempo para que alguien preguntara finalmente: “¿Por qué no volteamos la botella de salsa de tomate boca abajo y dejamos actuar a la gravedad?”
Es probable que algún novato que observó el problema de manera diferente haya sugerido reorientar la botella de manera que la apertura quedara en la parte inferior de la botella. Ahora, las botellas están diseñadas de plástico y al revés.
Preguntas pequeñas como ésta, están esperando a ser hechas ahora mismo en cada una de nuestras vidas personales, familias, comunidades, equipos y empresas. Hay pequeñas innovaciones que esperan ser descubiertas cuando estemos listos para retroceder y pensar en ellas un poco diferente. ¿Y si probamos algo diferente esta vez?
Oportunidades para la creatividad están a nuestro alrededor y se presentan a menudo en pequeñas y sutiles formas. ¿Cómo vas a “poner la botella de ketchup al revés” hoy en tu vida y trabajo?