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Tener un mentor es como tener un tesoro de sabiduría. Sigue esta técnica para lograr que una persona a quien admiras te comparta sus consejos y se convierta en tu guía.  (Tomado de la Revista Entrepreneur).

Como emprendedor, probablemente requieras los consejos de un mentor. Y es que estos personajes no sólo pueden ofrecerte sabios consejos acerca de dilemas que te surjan en el día a día, sino que también son buenos escuchas para compartir tus ideas de negocio. La pregunta es: ¿Cómo conoces a esta persona?

Durante mi primer año como empresario dediqué tiempo a esta búsqueda, y conseguir ubicarte en el radar de aquellas personas a quienes admiras puede ser muy difícil. Ahora, a un par de años de ello, me alegro de decir que he construido relaciones sólidas con varios mentores. Su guía siempre ha sido invaluable para mí.

Para ayudarte en este proceso, te comparto mi estrategia paso a paso:

1. Elige tu target

Un mentor ideal ha logrado aquello que tú deseas lograr y es alguien con quien te imaginarías saliendo a por unos tragos.

Es importante obtener la guía de alguien que ya estuvo ahí y que ya lo hizo, y no sólo de una persona que lee libros sobre el tema. Además, tu relación será más sostenible (y disfrutable) si es alguien con quien te llevas bien.

2. Haz tu tarea

Una vez que has elegido a los posibles candidatos, es momento de que averigües qué los motiva. Empieza por investigar qué han hecho en el pasado, a qué se dedican en el presente y qué encuentran interesante.

Revisa su blog, estudia su modelo de negocio y síguelo en redes sociales para obtener más detalles. Asegúrate de leer artículos o libros sobre ellos o de su autoría.

3. Determina cómo entras tú a ese mix

Para conseguir que alguien trabaje contigo es una buena idea darle un incentivo. Así que averigua cómo puedes añadirle valor a la vida de esa persona. Éstas son algunas preguntas que debes hacerte durante tu investigación:

• ¿Qué habilidad poseo que le pueda ser útil?
• ¿Qué sugerencias tengo sobre cómo mejorar su blog o sitio Web?
• ¿Cómo puedo ayudar a mejorar su marketing, estrategia de negocio o servicio al cliente?
• ¿A quién puedo conectar con él para ayudarle en sus proyectos?
• ¿Qué retos está teniendo y cómo puedo ayudarle?

Usa cuanto tiempo sea necesario en este paso. Si quieres tener un mentor de clase mundial debes estar dispuesto a ganar su favor.

4. Haz el contacto

Envíale un mail y sigue esta sencilla fórmula:

• Preséntate
• Explica cómo su trabajo ha impactado en ti
• Comparte formas específicas en que puedes ayudarle
• Pregunta si está dispuesto a hablar contigo por teléfono para compartir más detalles.

 Si tu email es original y está bien escrito y la propuesta de valor es sólida, es probable que acepte tu petición.

5. Llama por teléfono

Cuando sea el momento de hablar con él o ella, asegúrate de que estás bien preparado. Ten tus notas a la mano, visualiza a la conversación yendo muy bien y energízate antes de llamar. Cuando estés hablando comparte formas específicas en que puedes mejorar su vida, negocio y proyectos.

No te olvides de tener confianza en ti mismo y, hacia el final, preguntarle si puedes escribirle un email si tienes alguna pregunta. Si le diste algún valor a su vida, es probable que esté dispuesto a ser recíproco.

6. Da seguimiento

Para construir relaciones, dar seguimiento es vital. ¿Alguna vez has conocido a alguien interesante en un evento de networking, le dijiste que le enviarías un email y nunca lo cumpliste? Sé honesto, nos pasa a todos.

En tu búsqueda por conseguir un nuevo mentor no puedes cometer ese error. Una vez que cuelgues envía un email ese mismo día e incluye:

• Una nota de agradecimiento
• Algún recurso que hayas mencionado en la llamada
• Un recordatorio de los pasos que se discutieron

Este tipo de emails generalmente cierra el trato. Muy pocas personas se toman el tiempo de hacerlo, por lo que el nuevo mentor se sorprenderá.

Escrito por Matthew Walker, facilitador de temas de desarrollo de liderazgo.

En 2009, compré una copia de la revista INC. con una meta muy especifica. Esta edición en particular presentaba la Inc. 500, la cual es una lista de las 500 compañías privadas con crecimiento rápido en los Estados Unidos. Luego, una por una, contacté con los Directores Generales (CEO) de varias empresas destacadas en la revista y les comenté acerca de los talleres, seminarios, y campamentos que había llevado a cabo por todo el país. Mi meta era simple: Forjar relaciones con gente quienes habían demostrado una habilidad para realizar su visión única. Tal vez a la larga estarían dispuestos a compartir su sabiduría de cómo ese éxito podría emularse. En resumen, estaba buscando mentores.

Un mentor es alguien que nos puede proporcionar una guía mientras perseguimos un objetivo grande. La dinámica entre el mentor y el aprendiz es única. Los mentores no son solo valiosos por que nos ayudan a desarrollarnos. Mientras que en las relaciones de dos personas, ya sean romántica, profesionales, creativas o recreacionales, cada persona puede hacer contribuciones similares al compartir una meta, un aprendiz usualmente no es capaz de alternar de la misma manera que el mentor lo hace. La responsabilidad del aprendiz es la de ser un buen estudiante y después trasladar esa sabiduría que adquirió, asumiendo el papel de mentor posteriormente. Ante esto, los buenos mentores son a menudo difíciles de conseguir, a pesar que lo que es típico en ellos es la satisfacción de ayudar a alguien más.

Si tienes una fuerte ambición por encontrar a alguien que asuma este papel, el compromiso y dedicación por sí solos no harán que esto suceda; también tendrás que ser muy claro a cerca del tipo de guía que estás buscando. Para lograrlo, me gustaría que escribieras una carta a un mentor imaginario y le explicaras exactamente lo que quieres.

En el primer párrafo, describe varias formas que te has propuesto para lograr tus metas en el pasado, tales como esperar a que las oportunidades lleguen a ti o psicoanalizándote a ti mismo de que todos los esfuerzos posibles parecen muy difíciles de alcanzar.

En el segundo párrafo, escribe tu “objetivo personal más alto”, la meta o sueño que te has imaginado para ti mismo que es digno de tu energía, amor y pasión. Explica qué es lo que hace que esta meta sea diferente a lo que has buscado (o si es el caso, lo que has decidido no buscar ) en el pasado.

En el tercer párrafo, revela exactamente qué es lo que esperas que tu mentor haga para ayudarte a alcanzar esta meta.

Como podrías asumir, esta carta no es necesariamente la forma ideal de contactar a alguien; esto es algo más para tu beneficio. De hecho, ni siquiera quiero que se la envíes a alguien. El objetivo del ejercicio es ayudarte a explicar por qué podrías beneficiarte con un poco de orientación.

Cuando contacté a todos esos directores generales, puedo asegurarte que no utilicé dos terceras partes de la carta para hablar sobre mí mismo. En lugar de eso, explique cómo sus trabajos fueron de interés para mí. Hice de ellos una estrella al decirles que estaba interesado en aprender acerca de lo que ellos habían logrado. Al decidir cómo podrás llegar a mentores potenciales, me gustaría que pensaras sobre la carta que acabas de escribir y establecer qué tipo de relación sería valiosa para ti. Y luego fija en ese sentido el propósito al iniciar un dialogo.

Te puede ir bien en ponerte en contacto con empresarios notables que llamen tu atención; o puedes intentar conocer mentores potenciales en seminarios, conferencias, talleres o exposiciones. Independientemente de la situación que elijas, asegúrate de comunicar tu deseo de aprender más sobre lo que ellos hacen y de hacer tantas preguntas interesantes como sea posible. Tomando prestada una frase que he escuchado a mucha gente usarla antes: “interesarse es interesante”.

A cualquier lector asiduo de YoCreoMiFuturo.con le gustaría tener un mentor.  Este es un artículo escrito por Tom Searcy quien ha tenido varios mentores y actualmente es mentor de otras personas.  Resulta muy interesante conocer su punto de vista.

Un gran mentor en realidad no va a hacer el trabajo por ti, pero él o ella te ayudará a desarrollar tus propias oportunidades. Aquí está como:

He sido bendecido con algunos grandes mentores. Eran inteligentes, con experiencia, y siempre tenía mis mejores intereses en el corazón, pero no eran amables. Es probable que cada persona obtenga el estilo que necesita de sus mejores mentores, y el mío eran duro y difícil porque yo lo necesitaba.

Aquí hay algunas cosas que mis mentores me han enseñado acerca de la mentoría:

1. Escucha bien

Los mejores mentores hacen muchas preguntas. Obtienen información antes de hacer recomendaciones. Recuerdo conversaciones con uno de mis grandes mentores en la que me acribilló con preguntas durante mucho tiempo. Al final del interrogatorio, le pregunté: “Bueno, ¿qué crees que debo hacer?” Su respuesta fue muy elocuente: “Te acabas de dar cuenta de lo que debes hacer, simplemente no te has comprometido a hacerlo”.

Estaba en lo cierto: El interrogatorio había aclarado mis pensamientos, y él me había guiado a través de las opciones a un curso de acción que estaba completamente por mi cuenta. En lugar de una respuesta, él me había dado un camino.

2. Guía, pero no hagas

Mis mentores podrían haber recomendado ponerme en contacto con alguien, leer un libro, visitar una exposición o cambiar un curso de acción, pero ellos no hicieron la llamada por mí, no compraron el libro para mí, no me llevaron a una exposición o no dictaron un cambio de rumbo. Todo eso estaba en mí.

De vez en cuando me pregunta la gente si puedo “ser su mentor.” Lo primero que hago es darles una asignación. Es algo muy simple: Escribe una página sobre lo que quieres, cómo se medirá el éxito y por qué me elegiste a mi en lugar de otra persona. Si me empiezan a contestar, les detengo y simplemente  les digo: “Escríbelo y envíamelo por correo electrónico dentro de una semana a partir de hoy antes de las 5 pm”.

Lo interesante: Muy, pero muy pocos son los que completan la asignación. ¿Por qué? Piensan que “conseguir un mentor” es una manera fácil de tener a una persona de experiencia trabajando para ellos.

3. Enfócate en la acción

Esto me lleva a la cosa más importante que mis mentores me enseñaron: Toma acción. Cada vez que hablamos de un tema o considerábamos un plan, mis mentores querían saber la acción que iba a tomar y en qué plazo. ¿Quién tiene tiempo para entrenar y desarrollar a las personas que no quieren hacer algo que está en su propio interés?

Sé que el éxito que he tenido se ha producido, en gran parte, gracias al apoyo de mis mentores; yo también tengo el privilegio de ser mentor de cierto número de personas ahora. Puede ser muy gratificante, pero ayuda el tener una comprensión clara de los roles de ambas personas en la relación de mentor.