El experto en optimismo, el Dr. Martin Seligman y autor del libro “Optimismo Aprendido”, explica que el optimismo no es silbar tonadas alegres cuando la vida se pone difícil. Es sobre disciplinar nuestra mente para crear explicaciones potentes sobre lo que está sucediendo.
Ya sea que seamos optimistas o pesimistas, todo se reduce a lo que él llama “estilos explicativos”, o sea cómo explicamos lo que está sucediendo en nuestro mundo. Específicamente en este modelo, se reduce a las 3 P’s: Permanencia, Presencia y Personalización.
Imagínate que algo bueno te sucede en el trabajo, digamos que obtienes un ascenso o que conseguiste un gran cliente, cualquier cosa que califique como positivo en tu mundo relacionado con el trabajo. ¿Cómo explicarías eso?
Veamos las 3 P’s. Si eres pesimista, creerás que la buena fortuna no va a durar (Permanencia), que no aplica al resto de tu vida (Presencia) y que sucedió sólo porque tuviste suerte (Personalización). Si eres optimista, tendrás la tendencia de ver las cosas a la inversa: tu buena fortuna probablemente dure más tiempo, es sólo otro ejemplo de cómo todo es impresionante en tu vida y sea probablemente el resultado de todo el trabajo duro, diligente, paciente y persistente que llevas haciendo desde hace un buen rato.
Interesante, ¿no?
Ahora echemos un vistazo a un evento negativo, digamos que perdiste tu empleo o perdiste un gran cliente. ¿Cómo te lo explicas a ti mismo?
El pesimista, aunque está convencido de que lo positivo no va a durar, cree que lo negativo durará para siempre. Y aunque el evento positivo no se generalizó, el evento negativo se presentará para el resto de aspectos. Y a pesar de que él no tomó ningún crédito por el evento positivo, el evento negativo es totalmente su culpa.
Por el otro lado, el optimista ve el evento negativo y cree que sólo es un revés temporal (Permanencia), que sólo es una pequeña parte de su vida que no es tan grande como podría ser (Presencia) y que en parte se debe a una mala economía así que no hay necesidad de tomárselo todo Personalmente.
Como ves, los estilos explicativos son poderosos.
Revisa lo bueno y lo malo en tu vida. ¿Cómo lo estás interpretando? ¿Tiendes a tener un estilo explicatorio optimista o pesimista?
La buena noticia es que dominar nuestros estilos explicativos (como todo lo demás) sólo requiere práctica. La próxima vez que te sientas apabullado por un evento negativo o que sientas que no aprecias lo suficiente uno positivo, revisa si puedes ajustar tus 3 P’s.